No hay límite en la variedad de temas que se pueden utilizar para empezar la construcción de una performance. Y todos pueden ofrecer un campo ideal para la exploración de nuestros conflictos internos y/o existenciales, emocionales, psicológicos, políticos.
Así que podemos encontrar esos campos de exploración en una imagen, una historia o un cuento, un mito o una leyenda, la frase de un poema, un cuadro de pintura, un trozo de película. Algunos ejemplos de temas pueden ser: los monstruos, la fertilidad, lo secretos olvidados, llaves y puertas, la bella durmiente, el viaje del héroe, las mujeres que vienen de las estrellas, el mito de Persefoni, “ dentro de cámaras oscuras estoy buscando las ventanas” (frase de un poema), un texto de Federico García Lorca, “los comedores de patatas” (cuadro de pintura de Van Gogh
Las herramientas que se utilizan en la performance, y vienen de toda la gama de las artes, pueden ser ejercicios de danza y movimiento, juegos dramáticos, preparación de voz y canto, inventar un cuento, hacer un trozo de video/película, escribir un poema, pintar un cuadro, hacer una escultura, dibujar, crear historias y textos, hacer grabaciones de voz etc.
Estas herramientas ofrecen oportunidades:
● para explorar y expandir nuestras habilidades , aumentar el autoestima y la confianza en uno mismo
● para encontrar nuevas maneras para expresar nuestros sentimientos, desbloquear y/o descubrir sentimientos escondidos detrás de la rutina de nuestra vida y los patrones enseñados por la familia
● para compartir nuestras visiones e ideas con los demás y sentirnos menos aislados.
● para construir la performance se toma en cuenta el espacio, la música o el ambiente sonoro, las luces, la relación con los espectadores . Durante este proceso todo el conflicto interior se exterioriza con mucho detalle. Toma forma visual, sonora, espacial. Una vez exteriorizado, podemos verlo, reflexionar sobre ello y aceptarlo.
Una de las normas principales de la performance es: “Menos es más”. Es un proceso que ayuda a enfocar en lo importante y quitar por el medio todo el “ruido” que no nos deja ver lo esencial en nuestra vida.
En muchas culturas del este la performance no se utiliza como un espectáculo que se puede ver, si no como un ritual que todo el pueblo participa para enfrentarse con la muerte, celebrar los nacimientos, manejar los cambios en la vida (paso a la adolescencia o la madurez, la enfermedad, el cambio de las estaciones etc.). Esos rituales son un proceso de crecimiento personal en sí, tanto en nivel comunitario como también en nivel personal.
El elemento más básico de un ritual y de una performance es el cuerpo. El trabajo con el cuerpo – el cuerpo quieto o en movimiento, vestido o desnudo, en estado de tranquilidad o de frustración y/o dolor- es una experiencia muy catártica y existencial. Como dice el performer Franco B en el libro de Andrian Heathfield “Live Art and Performance” (2004): “..donde el cuerpo es el lugar de la representación de lo sagrado, la belleza, lo intocable, lo indecible, y para el dolor, la perdida, la vergüenza, el poder y los miedos de la condición humana”.
El proceso de la construcción de la performance nos lleva a un mejor conocimiento de nuestros cuerpos, de nuestras ideas y emociones. Funciona como un canvas donde se pueden expresar nuestros conflictos y dolores. Es, en sí, una manera de vivir creativamente y comunicar honestamente. Promueve el autoconocimiento y el crecimiento personal y abre las puertas a la transformación y el cambio.
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